Campaña la comida es vida
OBJETIVOS:
-Se buscaba asegurar que la charla se realizara en un espacio adecuado y que todos los tutores posean información sobre el desperdicio de alimentos junto a los TCA.
-Llegar a que los maestros comprendan la importancia de una buena relación con la comida y que se capaciten para detectar y abordar posibles casos de trastornos alimenticios.
-Implementar estrategias como la promoción de una alimentación saludable, la educación nutricional, la creación de un ambiente positivo y la comunicación efectiva entre estudiantes, maestros y padres son fundamentales para prevenir estos problemas y garantizar el bienestar integral de los estudiantes.
ACTIVIDADES:
Esta campaña nos comparte información sobre el desperdicio de comida relacionándola con los trastornos alimenticios, seleccionando como publico objetivo a los mediadores de la institución, Lev Vygotsky, ya que son los responsables de interceder a la hora del lunch y su almuerzo. Para poder dar la charla no se podían cuadrar los horarios de los profesores, ya que todos tenían clases a distintas horas, por lo que se realizó un cambio de roles con tercero de bachillerato. Como actividad principal, realizaron una charla para los mediadores en donde se trataría la importancia de su rol y que adquirieran herramientas para actuar de forma efectiva. Previamente, se ejecutó una reunión con profesionales psicólogos y nutricionistas, que lleguen a conectar con el público adaptando el mensaje a sus necesidades e intereses compartiendo el contexto de las situaciones en el almuerzo en la institución, permitiendo que los profesionales adaptaran la charla a las características específicas del colegio, incluyendo el tipo de alimentos que se ofrecen, el tiempo disponible para el almuerzo y las dinámicas sociales que se dan en este espacio.
RESULTADOS:
La campaña ambiental tuvo un impacto significativo en los niños, generando una notable mejora en su conciencia ambiental. Se fomentó un pensamiento de compartir y cuidar el planeta impulsando el diálogo entre compañeros para intercambiar ideas sobre el desperdicio de comida. La participación y motivación del grupo aumentaron considerablemente, reflejando un mayor interés por ayudar a los demás y comprender la importancia de no desperdiciar alimentos. Se observó un entusiasmo por expresar opiniones y proponer soluciones positivas para este problema.